Salmo del día de hoy. Oración con el Salmo 28.

Salmo 28 oracion ¡Bendito seas, Dios mío,  por atender a mis ruegos!  Tú eres mi fuerza;  me proteges como un escudo.  En ti confío de corazón,  pues de ti recibo ayuda.

Qué bueno es saber que Dios nos oye. El Salmo 28 nos da una oración que podemos repetir, con confianza vamos a orar y a expresar nuestras peticiones a Dios porque él nos escucha. 


Salmo del día de hoy. Salmo 28.


Salmo  28

Dios mío, yo te llamo,

no cierres tus oídos,

porque tú eres quien me protege.

Si no me respondes,

de seguro moriré.


2 Atiende mis ruegos

cuando te tienda los brazos

para pedirte ayuda.


3 No me castigues

junto con los malhechores,

porque hablan con los demás

y les desean lo mejor,

pero en su pensamiento

quisieran matarlos.


4 ¡Págales con la misma moneda!

¡Dales su merecido!

Sus acciones han sido malas;

¡devuélveles mal por mal,


5 pues no toman en cuenta

todo lo que has hecho!

Por eso, ¡destrúyelos por completo,

que no vuelvan a levantarse!


6-7 ¡Bendito seas, Dios mío,

por atender a mis ruegos!

Tú eres mi fuerza;

me proteges como un escudo.

En ti confío de corazón,

pues de ti recibo ayuda.


El corazón se me llena de alegría,

por eso te alabo en mis cantos.


8-9 Tú, Dios mío,

eres la fuerza de tu pueblo;

danos la victoria,

pues somos tu pueblo elegido.


¡Sálvanos y bendícenos!

¡Llévanos en tus brazos,

pues tú eres nuestro pastor!


Biblia Traducción al Lenguaje Actual


Video con el Salmo 28. Dios, yo confío en ti.



Reflexión y explicación del Salmo 28.

Que hermoso es el Salmo 28. Podemos ver en él a una persona con un corazón confiado en Dios y otras personas que son malas y sus corazones no están limpios. 


David es quien escribe este salmo y se siente confiado en Dios.


Él pide a Dios que lo escuche, necesita que el Señor atienda a su plegaria. 


El salmista tiene esperanza, sabe que Dios es su Roca, él es el que le da firmeza en las dificultades. Dios es su estabilidad y confía plenamente en él.


En su plegaria David le ruega a Dios que lo escuche y que no lo deje morir. 


Realmente David estaba desesperado y le urgía la intervención divina.


Tal vez estaba enfermo o en angustia por tener enemigos, tenía miedo y quería que Dios lo librara. 


En la segunda parte del salmo 28 David bendice al Señor porque escuchó su oración. 


Todos queremos ser escuchados cuando oramos.  


Es un alivio saber que el Señor nos oye y atiende nuestras peticiones, él las toma en cuenta. 


Si te sientes angustiado por tus dificultades o tus enemigos puedes también repetir este salmo.


Toma como modelo la oración siguiente y añade los detalles de tus problemas para que Dios los escuche.


Medita en esta oración del Salmo 28 y hazla de manera personal.  


Puedes decirle esta oración basada en el Salmo 28.

 


oracion con salmo 28 salvanos y bendicenos llevanos en tus brazos


Oración con el Salmo 28.

Dios mío, te bendigo. Gracias por haber escuchado mi oración. 


Creo en ti. Tú eres mi fuerza.  


Creo en tu poder, me das protección como con un escudo. 


Confío completamente en ti porque me has ayudado antes. 


Te alabo con mis canciones y me siento alegre porque me escuchas. 


Gracias porque no sólo me escuchas a mí sino a todo tu pueblo, eres la fuerza de todo el que te busca. 


Te ruego que me des la victoria en medio de mis dificultades. 


Guíame porque tú eres mi pastor, llévame en tus brazos cuando ya no puedo seguir.  


Gracias por estar conmigo en todo momento, por proveer lo que necesito y por toda tu ayuda.


En el nombre de Jesús. Amén. 

Mery Bracho

¡Hola! Quiero compartir contigo reflexiones de la vida y palabras de aliento. Visita también mi otro blog: https://www.merybrachop.com/

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