El Salmo 103 es una explosión de alabanza de una persona agradecida por todo lo que Dios ha hecho con ella. Le da gracias a Dios por sus bendiciones.
Hoy vamos a ver las claves para caminar por la vida recibiendo las bendiciones de Dios.
¿Cuáles son Las 6 claves para una vida bendecida según el Salmo 103?
Las 6 claves para tener una vida bendecida según el Salmo 103 son:
1. Reconocer la grandeza de Dios:
Me gusta mucho este Salmo 103 porque muestra a David como un adorador de primera, él expresa su alabanza ferviente a Dios al ver toda su grandeza.
El salmista se olvida de todo lo demás y se concentra en Dios, por medio de su canto habla consigo mismo y le dice que reconozca el poder, la majestad y la santidad del Señor.
2. Reconocer la misericordia de Dios:
Luego de alabar a Dios por toda su santidad el salmista reconoce que Dios es bueno, su gran misericordia se manifiesta en su bondad dándole cosas buenas, siendo compasivo con él y perdonando sus pecados.
Además se mira a sí mismo y reconoce que Dios es el que sana todas sus enfermedades.
Con cada uno de nosotros Dios ha sido bueno y seguirá con nosotros, ayudándonos en nuestras necesidades, perdonando nuestros pecados y sanando nuestros cuerpos.
Que como David estemos dispuestos a reconocer todas las obras de Dios en nuestras vidas, reconocer que estamos siendo bendecidos por su bondad.
3. Ser agradecidos por las bendiciones de Dios:
Piensa en todo lo que Dios te ha dado y da gracias a Dios. El salmista enumera una serie de bendiciones que Dios le ha otorgado, como la vida, el perdón, la redención, la provisión y la satisfacción de las necesidades.
Que desde que te despiertas en la mañana puedas pensar en cómo agradecer a Dios por todas las cosas buenas que te da, ya sean grandes o pequeñas.
4. Alabar a Dios con todo nuestro corazón:
Una de las formas con las que me gusta alabar a Dios es cantando. ¿Te has fijado que hay muchas canciones cristianas que no alaban a Dios?
Pero si estás atento puedes escoger cantar aquellas canciones que son de alabanza, que exaltan a Dios, que hablan de sus cualidades, de lo que hace y de lo que significa para nosotros.
Además puedes alabarlo a través de la ejecución de un instrumento musical, puedes hablar de sus obras, puedes adorarlo con expresiones corporales con tus manos, arrodillándote o inclinando tu cabeza, concentrando tu cuerpo en adorarlo solo a él sin interrupciones.
Cuando alabamos estamos expresando que confiamos en Dios, que creemos en él y en la obra que hace.
5. Vivir una vida de justicia y bondad:
Así como Dios ama la justicia y la misericordia, este Salmo 103 nos enseña que debemos amarlas nosotros también.
Para vivir una vida bendecida vamos a ser bondadosos y compasivos con los demás, no pensar sólo en nuestras propias necesidades.
Vamos a buscar la justicia y ser un ejemplo en la manera en cómo resolvemos las situaciones.
Necesitamos vivir en comunidad y mostrar el amor de Dios.
6. Confiar en la fidelidad de Dios:
El salmista termina el Salmo 103 con una declaración de confianza en la fidelidad de Dios.
A pesar de las dificultades que podamos enfrentar, podemos tener la seguridad de que Dios siempre estará con nosotros, guiándonos y protegiéndonos.
Dios es fiel y nunca nos abandonará. Sus bendiciones llegarán porque él es fiel.
Este ejemplo de fidelidad me lleva a mi mismo a ser fiel en mis relaciones también.
Estas 6 claves son muy importantes y dignas de tomar en cuenta para que tengamos una vida bendecida.
Cultivaremos la gratitud a Dios, la alabanza, la confianza en él y seamos buenos con los demás, ayudando a los que lo necesiten en todo lo que podamos. Somos bendecidos para bendecir a otros.
Oración para dar gracias por la vida y la bendición de Dios.
Padre santo, hoy te bendigo y te adoro con todo mi ser. Tú eres majestuoso y grande, tu amas la santidad.
Gracias por darme tu amor, gracias por tener compasión de mí.
Gracias por perdonar mis pecados no importando cuán grandes son.
Te alabo en este día porque eres mi Dios sanador, el que me sana de todas mis enfermedades.
Confío en esa promesa de este salmo 103. Tu Palabra es verdad.
Hoy te doy gracias por darme la vida, ha sido un verdadero regalo poder despertarme en la mañana y hacer todo lo que hago.
Gracias por proveer todo lo que necesito porque tú estás pendiente de todas las cosas.
Te agradezco por perdonarme y limpiarme de toda maldad. Gracias por mi familia, por los amigos y por todas las cosas buenas que me has dado.
Que yo siempre te ame con todo el corazón y te alabe, que cante alabanzas y diga a otros que tú haces obras maravillosas.
Ayúdame, Señor, para que sepa ayudar a los demás, que sea bondadoso y que refleje tu amor como lo deseas.
Gracias por ser un Dios justo que amas la justicia, que yo también viva en justicia y en verdad.
Confío en ti, Señor, que mi fe se afiance más y más. Guíame y protégeme de todo mal.
Gracias por ser fiel, sé que nunca te irás, conmigo vas a permanecer. En el nombre de Jesús. Amén.
Video con el Salmo 103
Lectura del Salmo 103. Biblia Nueva Traducción Viviente
Que todo lo que soy alabe al Señor; con todo el corazón alabaré su santo nombre.
Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.
Él perdona todos mis pecados y sana todas mis enfermedades.
Me redime de la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias.
Colma mi vida de cosas buenas ¡mi juventud se renueva como la del águila!
El Señor da rectitud y hace justicia a los que son tratados injustamente.
Dio a conocer su carácter a Moisés y sus obras al pueblo de Israel.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y está lleno de amor inagotable.
No nos reprenderá todo el tiempo ni seguirá enojado para siempre.
No nos castiga por todos nuestros pecados; no nos trata con la severidad que merecemos.
Pues su amor inagotable hacia los que le temen es tan inmenso como la altura de los cielos sobre la tierra.
Llevó nuestros pecados tan lejos de nosotros como está el oriente del occidente.
El Señor es como un padre con sus hijos, tierno y compasivo con los que le temen.
Pues él sabe lo débiles que somos; se acuerda de que somos tan solo polvo.
Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos.
El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí.
Pero el amor del Señor permanece para siempre con los que le temen.
¡Su salvación se extiende a los hijos de los hijos de los que son fieles a su pacto, de los que obedecen sus mandamientos!
El Señor ha hecho de los cielos su trono; desde allí gobierna todo.
Alaben al Señor, ustedes los ángeles, ustedes los poderosos que llevan a cabo sus planes, que están atentos a cada uno de sus mandatos.
¡Sí, alaben al Señor, ejércitos de ángeles que le sirven y hacen su voluntad!
Alabe al Señor todo lo que él ha creado, todo lo que hay en su reino. Que todo lo que soy alabe al Señor.